Shaila Rosagel - Sin Embargo
El Instituto Nacional Electoral (INE) le cuesta muy caro a los mexicanos: más de 15 mil millones de pesos al año, un monto que lo coloca entre los aparatos de vigilancia electoral más costosos del mundo, afirman analistas.
Sin embargo, a pesar del alto costo que pagan los mexicanos para garantizar procesos democráticos en los comicios, el órgano falla en uno de sus principales objetivos: fiscalizar debidamente y con imparcialidad a los partidos políticos.
Este es el INE que velará la aplicación de la Ley en la elección presidencial de 2018: uno debilitado y desprestigiado por el actuar de sus consejeros, afirman los especialistas en el tema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario