Raymundo Riva Palacio - El Financiero
Los rituales regresaron por la puerta grande del Palacio de los Deportes al cierre de la 22 Asamblea Nacional del PRI. Sin lastres para el presidente Enrique Peña Nieto, para que decida con quién buscará mantener Los Pinos, la cargada corporativista con las pancartas de organizaciones y sindicatos, y la clientelar con delegados levantamanos, llenó un escenario que mostró otro tipo de bufalada, la de los tecnócratas, que, discretamente el sábado, se formaron detrás de la persona para la que parece haber sido confeccionado un traje a la medida con la eliminación de los candados para la candidatura presidencial en 2018, José Antonio Meade, secretario de Hacienda. Invitado a la conclusión del cónclave, captó la atención y el imaginario de que él puede ser el gran 'delfín' de Peña Nieto. ¿Será tan obvia la decisión?
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