Juan Carlos Delrieu - elEconomista.es
En México, y en el mundo, crece la incertidumbre sobre la política comercial que el presidente electo en EEUU, Donald Trump, vaya a definir, y, en particular, sobre su deseo de modificar los acuerdos alcanzados en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Y, por dos razones, no es baladí. Primero, porque el presidente tiene la potestad unilateral de salirse del acuerdo, por mucho que el Congreso o las batallas legales del sector privado trataran de impedirlo. Y, segundo, porque el impacto económico sería particularmente doloroso para México que se ha beneficiado del Tratado con un aumento del comercio en más del 115 por ciento desde su firma, pero también para el resto del mundo por la discontinuidad empresarial que esta decisión ocasionaría.
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