jueves, 28 de enero de 2016

MÁS ALLÁ DE LA CORRUPCIÓN: EVALUACIÓN Y CONTROL

  • Hay que abrir un proceso de reflexión sobre la necesaria reforma de las instituciones de supervisión, control y evaluación

Emlio Albi, Jorge Onrubia - El País
En el caso de España, la evaluación y el control del gasto público son fuente de desaliento y pueden considerarse una asignatura pendiente. Existen desde hace décadas limitaciones y deficiencias, tanto técnicas como institucionales, que condicionan negativamente su práctica respecto a las mejores referencias internacionales –Alemania, Australia, Canadá, Estados Unidos, Reino Unido y Suecia–. Por un lado, encontramos las importantes limitaciones de nuestro modelo de gestión pública, basado esencialmente en procedimientos de ejecución presupuestaria. Esto da lugar a que el control interno que debe proporcionar información de calidad –determinación de objetivos e indicadores de actividad, contabilidad de costes, sistemas de seguimiento de objetivos, etcétera– se encuentre, en la segunda década del siglo XXI, anclado en principios propios de un sistema de administración de mediados del siglo XX. El sistema de control dentro de los centros de gasto está orientado casi exclusivamente a la preservación de los medios puestos a disposición de los gestores, olvidando su papel como fuente generadora de información necesaria para la evaluación económica. El mantenimiento de ese modelo de control interno –realizado por los órganos de intervención– no fomenta la iniciativa ni la responsabilidad de los gestores en la generación de esa información, conseguida en los países de referencia a través de la creación de potentes servicios de control interno dentro de las agencias y centros de gasto, bajo la responsabilidad de sus gestores ejecutivos, aunque supervisados y validados por Departamentos con competencias horizontales.

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