Carlos Ramírez / 24 Horas
Rumbo al final de su gestión basada en la esperanza, el presidente Barack Obama ha comenzado a cosechar desesperanza y descrédito: ayer circuló el texto del periodista Seymour M. Hersh que documenta la versión de que Osama bin Laden no estaba escondido en Pakistán sino detenido por el servicio de inteligencia pakistaní. Por tanto, no fue detectado por la CIA sino que EU pagó por una delación.
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