Roberto Escalante Semerena / El Financiero
Los simbolismos, no importa la cosmovisión que se tenga, siempre han
sido importantes en la psique del ser humano y ante una necesidad de
retrospección e introspección el fin de año parece ser un simbolismo
importante. Sin embargo, la introspección, retrospección y prospección
no sirven de nada si no se hacen cambios. El 2014 representó un año
aciago para la sociedad mexicana. Es innegable que es necesario un golpe
de timón. Desde diferentes escenarios -de corto y largo- es imperativo
replantear y resolver problemas que aquejan a nuestra sociedad.
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