- Las reuniones CELAC-China en Pekin abordan la evolución de sus relaciones a partir de ahora
Hace una década, el comercio de Latinoamérica con China
se disparó como consecuencia del aumento de la demanda de materias
primas sudamericanas en el país asiático. Para proveer a la industria y
los consumidores, el cobre chileno, el hierro brasileño, la soja
argentina y el petróleo venezolano empezaron a llegar a China en
cantidades cada vez mayores y a precios cada vez más elevados. Los
diplomáticos chinos elogiaron este despegue del comercio como ejemplo
crucial del compromiso de China con los países en vías de desarrollo,
una relación Sur-Sur beneficiosa para todos. A pesar de cierta
preocupación por la posibilidad de que se repitieran los ciclos
históricos de expansión seguida de colapso, casi todos los gobiernos y
líderes empresariales en los países de Latinoamérica decidieron aprovechar el “superciclo” el mayor tiempo posible.
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