La
economía mundial aún sufre los efectos de la quiebra de Lehman Brothers cinco
años después
Sandro Pozzi -Nueva York-El País
Hace hoy cinco años,
el suelo de Manhattan tembló en el número 745 de la Séptima Avenida. Al
edificio que ahí se alza es donde señalan en los tours cuando los turistas
preguntan por el epicentro de la mayor crisis financiera desde la Gran
Depresión. Esa era la sede de Lehman Brothers. Ya hubo un serio avisó unas
calles más abajo, en el 383 de Madison Avenue, la torre ocupada por Bear
Stearns. Los dos rascacielos lucen ahora colores diferentes, los de sus nuevos
dueños, Barclays y JP Morgan. Pero el mundo no se ha recuperado aún de aquel
shock.
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