Salvador García Soto / 24 Horas
El buen humor, por momentos exacerbado, con el que concluyó su sexenio,
le va a hacer falta a partir de ahora a Felipe Calderón. El proceso de
ajustes de cuentas y el cobro de facturas de sus enemigos políticos y no
políticos ha comenzado y el ex presidente comenzará a sentir la presión
y el acoso de sus malquerientes que, una vez que lo perciben ya sin
poder, comenzarán una cacería despiadada que podría cambiarle el
panorama personal y político que Calderón se había imaginado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario