David Alandete –Washington-El País
La investigación del FBI al
general John Allen ha abierto una grave crisis
en la cúpula militar de Estados Unidos, que se disponía a enviar al que hasta
ahora ha sido comandante de las tropas aliadas en Afganistán a liderar a las
fuerzas norteamericanas y de la Alianza Atlántica en Europa. El adulterio está
penado en en el ejército norteamericano con la expulsión de filas y con hasta
un año de prisión. Ahora los dos hombres que, desde 2010, han regido los
designios de hasta 100.000 soldados en el frente afgano se ven obligados a
responder ante la policía judicial estadounidense por posibles aventuras
extramatrimoniales.
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