jueves, 12 de abril de 2012

PROPUESTAS INVIABLES

Victor Felipe Piz Mirelles / El Financiero
En las campañas electorales, prometer no empobrece, pero sí exhibe las incongruencias de los candidatos a la Presidencia de la República en sus propuestas económicas, que en muchos de los casos no son viables.
De entrada, el candidato de la alianza PRI-PVEM, Enrique Peña Nieto, puntero en la contienda presidencial, se comprometió a "triplicar el crecimiento económico de la última década y generar más de un millón de empleos al año".
Con matices, los demás candidatos ofrecen más o menos lo mismo, como el de la coalición Movimiento Progresista -PRD, PT y Movimiento Ciudadano-, Andrés Manuel López Obrador, quien propone "crecer a un ritmo de 6 por ciento y generar un millón 200 mil empleos al año".
Sin ofrecer metas específicas, la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, propone "impulsar una economía que crezca más y de mejor manera, con productividad, quitando los frenos a la inversión y el talento, y centrada en un renovado mercado interno".
No obstante, reconoce que nuestras tasas de crecimiento son menores a las de países con los que nos comparamos, como Brasil y Chile.
El candidato de Nueva Alianza, Gabriel Quadri de la Torre, plantea que México requiere invertir unos 80 mil millones de dólares más de lo que hoy invierte cada año para crecer 6 por ciento anual y crear el millón de empleos anuales que se necesita.
A partir de ese diagnóstico, propone una serie de acciones para generar y atraer ese volumen de inversión, e impulsar la creación de empleos en el país.
¿PIB de 6%?
Lo ideal es crecer a tasas de 6 por ciento y generar más de un millón de empleos formales al año, pero en las condiciones actuales es prácticamente imposible, dadas las rigideces estructurales de la economía mexicana, pese a su grado de apertura externa.
México ha firmado 12 tratados de libre comercio con 44 países; sin embargo, nuestra economía es de las menos competitivas del mundo ante una serie de debilidades que frenan su capacidad para crecer más.
En los últimos 18 años, el Producto Interno Bruto (PIB) del país sólo creció 2.6 por ciento en promedio anual. Y de 2000 a 2011, el crecimiento económico fue de 2.2 por ciento en promedio anual.
El crecimiento potencial de la economía -la producción de bienes y servicios que puede generar sin dar lugar a presiones inflacionarias- es de 3 a 3.5 por ciento, en el mejor de los casos.
Si el PIB no puede avanzar más de 3.5 por ciento de manera sostenible, es porque la economía no tiene la capacidad para crecer más, dada la ausencia de cambios estructurales.
Crecimiento, reto
El gran reto de la próxima administración es potenciar el crecimiento a través de una agenda micro y macroeconómica.
De acuerdo con funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), una reforma fiscal podría aportar más crecimiento, pero no es la palanca de desarrollo.
Estiman que si el Congreso de la Unión aceptara una reforma energética, aprobara la laboral y algunos cambios en el sector agropecuario, podría incentivarse una mayor inversión privada en México.
"Se tiene que pensar en los sectores donde podría detonarse más inversión" productiva, nacional y extranjera, afirman las fuentes hacendarias.
Recuerdan que México es uno de los países con más inversión extranjera directa (IED) en manufacturas. No obstante, Brasil recibe mucha IED en su sector agrícola y también en el energético.
Nuestro país podría recibir inversión en infraestructura de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) para transportar gas natural, ejemplifican.
Además, no se han realizado las inversiones necesarias para incrementar la competitividad del campo.
Escenario 2012-13
Por lo pronto, para este año la SHCP mantiene su proyección de crecimiento del PIB en 3.5 por ciento, superior al pronóstico de 3.3 por ciento con el que fue aprobado por el Congreso el paquete económico para 2012.
"Afortunadamente, el entorno externo -principalmente en la zona euro y en Estados Unidos- ha ayudado mucho a reducir el estrés en los mercados financieros internacionales", aseguran las fuentes hacendarias.
Si bien el balance de riesgos en el entorno internacional ha mejorado en los últimos meses, el escenario externo sigue siendo bastante complejo y aún existen riesgos significativos, advierten.
Aun así, México tiene ante los mercados una posición de relativa fortaleza, con finanzas públicas sanas, inflación controlada, cuentas externas en orden y financiamiento bancario creciendo a tasas de dos dígitos, destacan los funcionarios de la SHCP.
Tanto 2012 como 2013 parecen ser buenos años, en los que la reforma en materia de competencia económica, así como la de asociaciones público privadas, entre otras acciones, van a abonar a la dinámica de crecimiento, prevén.
De ahí que la SHCP anticipe que la economía mexicana tendrá un crecimiento anual de 3.8 por ciento en 2013, el primer año de gobierno de la nueva administración.
Año de transición
Las fuentes hacendarias no anticipan ningún problema para cumplir las metas de finanzas públicas de este año, principalmente el déficit presupuestario aprobado por el Congreso de 0.4 por ciento del PIB, sin incluir la inversión de Pemex.
Dado que es importante que hacia adelante vaya consolidándose esa trayectoria, consideran necesario que el balance público, sin inversión de Pemex, evolucione a un presupuesto balanceado en 2013; es decir, el equilibrio presupuestario o déficit cero.
La Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria prevé un mecanismo institucional para la transición en el año en que termina su encargo el Ejecutivo federal.
Esto, a fin de que el paquete económico para el primer año de gobierno de la nueva administración se elabore de manera coordinada con el presidente electo e incluya sus recomendaciones, para que éste lo presente a la Cámara de Diputados a más tardar el 15 de diciembre.
Sin embargo, la colaboración institucional del gobierno saliente en la elaboración del paquete económico sólo ocurrirá a petición expresa del presidente electo.

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