jueves, 15 de marzo de 2012

CRECIMIENTO ¿SIGNIFICATIVO?

Samuel García / 24 Horas El Diario sin Límites
Esta semana que transcurre inició con la propagación de un racimo de cifras que apuntalan la idea de que en este 2012 le irá mejor a la economía mexicana de lo que se había pronosticado hace tan solo un par de meses.
Al iniciar el año los pronósticos de los economistas privados bordaban un crecimiento medio de 3.2% para el año, cifra envuelta en la incertidumbre proveniente de Europa y por el letargo económico estadounidense. El gobierno federal estimó un crecimiento de 3.5% para el año mientras que la ONU (Cepal) pronosticó que México crecería solo 2.5% en este 2012. Como se ve, el inicio fue incierto y con un tono de pesimismo bastante marcado.
Sin embargo en las últimas tres semanas algunas cifras sobre el comportamiento industrial y del empleo en Estados Unidos al inicio del año, y unos cuantos datos sobre la evolución manufacturera y de exportación de México, han hecho repensar el pronóstico inicial y ahora apuntan sus expectativas hacia un crecimiento más cercano al 4% que al 3% inicial.
No sorprenden estos repentinos cambios de percepción en tan corto tiempo. Así ocurre generalmente con las expectativas de los analistas en periodos de alta incertidumbre y de volatilidad tan marcada. Basta con echar una mirada hacia atrás, a los últimos tres años, para darse cuenta de las grandes varianzas que tuvieron los pronósticos en relación a los datos finales. Así que habrá que ser mucho más cauteloso con los pronósticos económicos.
Pero hay otra razón de fondo para la cautela. El crecimiento económico significativo, es decir, el que incide en la calidad de vida de la población, es el que se sostiene por periodos largos, y no aquel que solo zigzaguea. La economía mexicana aún no muestra un crecimiento significativo. Para ello los economistas, dicen bien, que se requiere acumular consistentemente capital, físico y humano, y desarrollar tecnologías. Ello requiere de incentivos vía políticas públicas e instituciones a fin de que los agentes económicos decidan apuntalar esa acumulación.
De lo contrario el crecimiento temporal sirve más para la propaganda y la especulación, que para incidir en la calidad de vida de la población.
SÍGALE LA PISTA…
1. ‘QUE NADIE SE LLAME ENGAÚcerlo.

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