Gastón Azcárraga se aseguró el control de 213 marcas, 26 avisos comerciales y registros
Uno de los valores más importantes de la aerolínea le fue enajenado por una cesión de derechos
Miriam Posada García / Periódico La Jornada
Mexicana no es dueña de su nombre ni de su imagen. El 29 de diciembre de 2009 el Nuevo Grupo Aeronáutico (NGA) que encabeza Gastón Azcárraga se aseguró de que 213 marcas, 26 avisos comerciales y diez solicitudes de registro de Mexicana de Aviación quedaran bajo su control y las inscribió ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) para ser el responsable de la administración, conservación y defensa de éstas, que representan uno de los valores más importantes de la empresa.
En el contrato de cesión de derechos avalado el 22 de febrero de 2010 por el notario público Armando Gálvez Pérez Aragón, Mexicana se comprometió a transferir al NGA cualquier otra marca o aviso comercial que tenga a su favor dentro y fuera del país, y quedó obligada a no tramitar ninguna otra marca, pero de hacerlo la deberá entregar “sin costo ni limitación alguna” al NGA.
En el documento Mexicana manifestó que “es su voluntad transferir al NGA libre de cualquier gravamen” todas las marcas para que solvente los costos que se generen por la administración, conservación y defensa.
Al estallar la crisis de Mexicana, el NGA ofreció vender la empresa a pilotos y sobrecargos en un peso y “prestarles” la marca por seis meses, lo que fue rechazado, pues es justo ese elemento el que da valor a la aerolínea.
La historia se torna compleja debido a que entre 2007 y 2008 Mexicana le vendió a Grupo Mexicana de Aviación (GMA) todas las marcas y avisos comerciales en su haber. Sin embargo, el 18 de diciembre las empresas acordaron que ante una serie de incumplimientos de GMA las marcas y anuncios quedarían bajo resguardo de Mexicana hasta el 31 de diciembre de 2009.
Llegado el plazo elaboraron el contrato de cesión de derechos en el que Mexicana señaló que su titularidad de las marcas fue sólo temporal y que tomó la decisión de entregarlas a Nuevo Grupo Aeronáutico debido a que “la carga económica de administrar la totalidad de la propiedad industrial utilizada por Mexicana y por sus filiales es alta y no debe corresponder a Mexicana, por lo que es su voluntad que al transferir las marcas y los avisos comerciales a NGA sea éste quien solvente la totalidad de los gastos relacionados con la administración, conservación, defensa y creación de la propiedad industrial que sea utilizada por Mexicana y sus empresas filiales”.
Miriam Posada García / Periódico La Jornada
Mexicana no es dueña de su nombre ni de su imagen. El 29 de diciembre de 2009 el Nuevo Grupo Aeronáutico (NGA) que encabeza Gastón Azcárraga se aseguró de que 213 marcas, 26 avisos comerciales y diez solicitudes de registro de Mexicana de Aviación quedaran bajo su control y las inscribió ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) para ser el responsable de la administración, conservación y defensa de éstas, que representan uno de los valores más importantes de la empresa.
En el contrato de cesión de derechos avalado el 22 de febrero de 2010 por el notario público Armando Gálvez Pérez Aragón, Mexicana se comprometió a transferir al NGA cualquier otra marca o aviso comercial que tenga a su favor dentro y fuera del país, y quedó obligada a no tramitar ninguna otra marca, pero de hacerlo la deberá entregar “sin costo ni limitación alguna” al NGA.
En el documento Mexicana manifestó que “es su voluntad transferir al NGA libre de cualquier gravamen” todas las marcas para que solvente los costos que se generen por la administración, conservación y defensa.
Al estallar la crisis de Mexicana, el NGA ofreció vender la empresa a pilotos y sobrecargos en un peso y “prestarles” la marca por seis meses, lo que fue rechazado, pues es justo ese elemento el que da valor a la aerolínea.
La historia se torna compleja debido a que entre 2007 y 2008 Mexicana le vendió a Grupo Mexicana de Aviación (GMA) todas las marcas y avisos comerciales en su haber. Sin embargo, el 18 de diciembre las empresas acordaron que ante una serie de incumplimientos de GMA las marcas y anuncios quedarían bajo resguardo de Mexicana hasta el 31 de diciembre de 2009.
Llegado el plazo elaboraron el contrato de cesión de derechos en el que Mexicana señaló que su titularidad de las marcas fue sólo temporal y que tomó la decisión de entregarlas a Nuevo Grupo Aeronáutico debido a que “la carga económica de administrar la totalidad de la propiedad industrial utilizada por Mexicana y por sus filiales es alta y no debe corresponder a Mexicana, por lo que es su voluntad que al transferir las marcas y los avisos comerciales a NGA sea éste quien solvente la totalidad de los gastos relacionados con la administración, conservación, defensa y creación de la propiedad industrial que sea utilizada por Mexicana y sus empresas filiales”.
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