sábado, 30 de mayo de 2009

CRISIS FINANCIERA PODRÍA MUTAR A UNA SEGUNDA FASE: ANALISTAS

La crisis financiera mundial podría mutar en una segunda fase, igual de virulenta, donde los costos de los préstamos suban nuevamente, entorpeciendo una recuperación inicial, debilitando a los bancos escasos de efectivo y castigando nuevamente a los inversionistas.
Señales de alerta temprana de este escenario incluyen un aumento en el rendimiento de los bonos del gobierno, una caída en el dólar, y el desvanecimiento de un mercado a la baja en las acciones de Estados Unidos.
Los optimistas esperan que un frágil repunte de dos meses en el mercado bursátil, un alza en los rendimientos de los bonos estadounidenses desde sus mínimos a fines del 2008 y algunos datos económicos menos sombríos señalan que la recuperación está a la vuelta de la esquina.
Pero los analistas más pesimistas insisten en que esa idea es ilusoria.
Una vez la versión 2.0 de la crisis del crédito tome impulso, los inversionistas extranjeros podrían castigar a Estados Unidos por endeudarse en billones de dólares y rechazarán comprar su deuda hasta que los precios de los bonos caigan a precios mucho más baratos.
El primer indicio de esto es el aumento del rendimiento de la nota de referencia a 10 años a máximos de seis meses cercanos a 3.75% esta semana, ya que los inversionistas comenzaron a negarse a aceptar la cantidad récord de deuda que necesita el gobierno este año.
El Tesoro estadounidense planea vender cerca de 2 billones de dólares en nueva deuda este año para financiar un déficit fiscal de 1.8 billones de dólares.
Las fuertes ventas de activos denominados en dólares podrían provocar una verdadera crisis monetaria y el inicio de la creciente inflación, obligando a un alza en las tasas hipotecarias y en el rendimiento de los bonos corporativos, minando cualquier rebote en la actividad económica.
"La crisis financiera es un espiral descendente, con dos vueltas", dijo George Feiger, jefe ejecutivo de Contango Capital Advisors en Berkeley, California.
Primero vino la crisis bancaria y una gran contracción del crédito, comenzando a mediados del 2007 y que resultó en el pánico bursátil del 2008, lo que provocó la más profunda recesión estadounidense en al menos dos décadas.
"Una vez se tiene una recesión se tienen pérdidas de créditos a la antigua", dijo Feiger. "La segunda etapa son las consecuencias de la recesión masiva que ahora comienzan a aparecer", afirmó.
Los inversores, muchos de ellos extranjeros que poseen grandes montos del mercado de los bonos estadounidenses, han demandado constantemente mayores rendimientos.
El precio de los históricos rescates a los bancos, aseguradoras, manufactureros y a los mercados de valores, para prevenir una quiebra general del sistema, ha significado montos de endeudamiento récord para el país.
Pero con la emisión de esa gran cantidad de deuda, Estados Unidos arriesga alejar a un comprador fundamental: los bancos centrales extranjeros, que poseen más de un cuarto de los bonos estadounidenses comercializables. Recientemente, China reemplazó a Japón como el principal comprador.
"Estamos entrando en esa etapa que yo llamo 'la venganza de los mercados'", dijo Martin Weiss, presidente de Weiss Research Inc. en Jupiter, Florida.
"El mercado atacó a cualquiera que tuvo activos tóxicos", afirmó.Ahora, el principal objetivo de los inversionistas extranjeros es el gobierno estadounidense debido a que este ha comprado gran parte de los activos problemáticos de los bancos y algunas instituciones en quiebra, pero la liquidación pronto alcanzará a todos los activos denominados en dólares, predijo Weiss.
Según él, las ventas podrían llevar al rendimiento de referencia hasta 6 por ciento. Por ahora, el economista insta a los inversores a llevar su dinero hacia los bonos de menor vencimiento, que cuentan con menor riesgo.
"Lo que pasó al final de este mes es el comienzo del fin de ese periodo de buena voluntad", dijo Weiss. "Podría haber una gran liquidación en el corto plazo sobre el dólar".
Este mes, el euro ha avanzado cerca de 7.0% frente al dólar.
Por último, los rendimientos de los bonos corporativos, aunque aún se encuentran con un diferencial de rendimiento bastante amplio de más de cuatro puntos porcentuales por sobre las notas del Tesoro según datos de Merrill Lynch, subirán nuevamente, advirtió Weiss.
El índice de acciones S&P 500 podría caer a 500 puntos en esta siguiente fase de la crisis, añadió, desde unos 911 puntos del viernes.
Por otra parte, muchos economistas reconocen que el gobierno de Estados Unidos y la Reserva Federal han evitado una repetición de la Gran Depresión al orquestar rápidamente rescates financieros y monetarios y los estímulos fiscales para compensar la baja en el gasto de los consumidores.
Sin embargo, algunos analistas temen que incluso cuando la economía y el sistema bancario de Estados Unidos luchan por recuperarse de dos años de turbulencias, los bancos de Europa están aún más debilitados, aumentando las amenazas de que una segunda crisis sistémica mundial se difunda desde el otro lado del Atlántico hacia Estados Unidos.
Fuente: El Economista

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