- La violencia desencadenada entre Israel e Irán plantea un dilema inquietante: ¿hasta qué punto podemos confiar en un sistema global tan interconectado, en el que cualquier convulsión regional tiene efectos en todos los rincones del planeta?
Enrique Quintana - El Financiero
Vivimos tiempos donde la incertidumbre se ha convertido en una presencia constante. La fragilidad del orden mundial ha quedado expuesta en cada crisis, pero pocas veces con tanta claridad como ahora, tras el reciente ataque israelí contra Irán.
Este acontecimiento no solo evidencia lo precario del equilibrio geopolítico, sino que muestra dramáticamente la vulnerabilidad intrínseca del modelo económico global.
La violencia desencadenada entre Israel e Irán trasciende sus fronteras inmediatas y plantea un dilema inquietante: ¿hasta qué punto podemos confiar en un sistema global tan interconectado, en el que cualquier convulsión regional tiene efectos en todos los rincones del planeta?
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