Arturo Damm Arnal - La Razón de México
En el anterior Pesos y Contrapesos vimos que, en materia de inversiones directas, que producen bienes y servicios, crean empleos y generan ingresos, en 2024 fuimos de mal en peor. Repito dos datos: (i) en términos anuales (comparando con el mismo mes del año anterior), entre octubre de 2023 y octubre de 2024 pasamos de crecer 24.1% a decrecer 4.6%; (ii) en términos mensuales (comparando con el mes anterior), entre mayo de 2023 y diciembre de 2024 pasamos de crecer 4.3% a decrecer 2.6%. ¿Por qué?
La repuesta hay que buscarla en la confianza de los empresarios para invertir directamente en México, confianza que en 2023 ya dejaba mucho que desear, que en 2024 continuó cayendo, tendencia que se mantuvo en enero y febrero pasados.
Según el Indicador de Confianza Empresarial, índice que va de cero (desconfianza total) a cien (total confianza), en 2023 la confianza de los empresarios (de la manufactura, de la construcción, del comercio, y de los servicios privados no financieros), para invertir directamente en México fue de 41.0 puntos (más cerca del cero que del cien). En 2024 fue de 38.43 puntos (todavía más cerca del cero que del cien), 2.57 puntos menor, el 6.27%.
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