- Pese a la descalificación constante de ella, el Ejecutivo debería agradecer a la oposición el apoyo involuntario o no a su causa y proyecto. La descomposición de aquella le ayuda.
René Delgado - El Financiero
Pese a la constante descalificación y el fuerte señalamiento de acusarla de traidora a la patria, en algún momento el presidente Andrés Manuel López Obrador –en muestra de generosidad y reconocimiento– debería agradecerle a la oposición los servicios prestados a su causa y proyecto.
El Ejecutivo se puede quejar de los partidos opositores, pero en el fondo debe estar satisfecho con su conducta. Más de una vez, aquellos han actuado o reaccionado como lo espera o, incluso, tal cual lo sugiere y, por lo visto, están resueltos a no decepcionarlo y seguir el sendero que desde el poder se les ha trazado. Los partidos opositores no viven una recomposición, sino una descomposición y, en ese estado, son un activo del movimiento en el poder.
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