Claudia Luna Palencia - El Diario de Coahuila
Desde junio pasado, en la reunión del G7 en Alemania, Joe Biden fue muy claro al advertir a los líderes presentes que China está convirtiéndose en un importante inversor no solo en Asia, fundamentalmente en África y en América Latina. Al ritmo que va el gigante asiático terminará desplazando los capitales europeos y norteamericanos del interés de los países en desarrollo.
En dicha cumbre, el mandatario estadounidense logró arrancar el compromiso de Francia, Reino Unido, Canadá, Japón, Alemania, Italia más la Unión Europea (UE) a favor de sumarse para crear un fondo de 600 mil millones de dólares para infraestructura sostenible en países en vías de desarrollo.
La intención es jugarle al tú por tú a China con su Nueva Ruta de la Seda que va creando inversiones a diestra y siniestra construyendo obra imprescindible en países tradicionalmente castigados en la materia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario