Gueorgui Pinkhassov/Magnum Photos
Por Yuval Levin - The New York Times
Tener hijos siempre ha estado lleno de culpas y preocupaciones, pero cada vez más padres en la época de las redes sociales enfrentan un tipo de impotencia particularmente intensa. Sus hijos son sujetos involuntarios en un experimento singular de las formas sociales humanas, pues deben desarrollar hábitos y relaciones en un ambiente indómito diseñado sobre todo para maximizar la participación intensiva en beneficio de los anunciantes.
No es que las redes sociales no tengan un valor rescatable, pero en general no son un lugar para los niños. Si Instagram o TikTok fueran lugares físicos en tu vecindario, probablemente nunca dejarías a tus hijos, aunque fueran adolescentes, ir ahí solos. Los padres deberían tener la misma capacidad de decisión sobre la presencia de sus hijos en estos espacios virtuales.

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