Orlando Delgado Selley - Periódico La Jornada
Siempre que se presentan pronósticos sobre el posible comportamiento de variables económicas fundamentales, como el crecimiento del PIB, la inversión, los precios, el empleo, el precio del petróleo mexicano, el tipo de cambio, las tasas de interés y otras, se reconoce que hay desempeños contradictorios que pueden alterar los comportamientos esperados. De este modo, cualquier pronóstico tiene un mayor o menor grado de incertidumbre, de acuerdo con la posibilidad de que los riesgos reconocidos se concreten. Al mismo tiempo, dadas las características de las políticas gubernamentales siempre es posible reconocer que habrá certidumbres que adelantan que ciertas decisiones y acciones permanecerán, pese a que los escenarios cambien.
Para 2022 hay disponibles diversos pronósticos sobre el comportamiento esperado de la economía mexicana, que se apoyan en posibles escenarios de la economía global y de Estados Unidos. El FMI, en su P anorama sobre la economía mundial de octubre pasado, pronostica que el mundo crecerá 4.9 por ciento en 2022, las economías avanzadas 4.5, en tanto que las economías emergentes y en desarrollo lo harán en 5.1 y para América Latina en conjunto espera un crecimiento de 5 por ciento. Más en detalle, pronostican que EU crecerá 5.2 por ciento, la zona euro 4.3, China 5.6 e India 8.5 por ciento. Los dos grandes países latinoamericanos, México y Brasil, tendrán un crecimiento de 4 y 1.5 por ciento. Por supuesto, que estas previsiones tienen un cierto grado de incertidumbre, pero en general se acercarán a lo establecido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario