Mauricio Candiani - El Financiero
Sea por un proceso de recorte de gastos para controlar el punto de equilibrio o por una reducción en la estructura operativa para reaccionar a una baja prolongada de ingresos, no hay recesión económica sin cierta pérdida de capacidad instalada en la jurisdicción que la padece.
Pero hay algo peor que la disminución consciente de esa capacidad instalada y eso es la atrofia empresarial inconsciente en aquellas entidades productivas, subsidiarias, áreas o personas que, por razones diversas, han visto reducidas sus capacidades reales para responder con efectividad a un mercado que opera con estándares y expectativas que han dejado de entender.
No hay comentarios:
Publicar un comentario