Gabriel Casillas - El Financiero
Considero que la forma más responsable de proponer y aprobar iniciativas de reforma a las leyes es comentarlas y debatirlas con expertos en el tema a tratar. Nadie puede saber de todo y recordemos que mucha de la política pública puede tener muy buenas intenciones y estar bien justificada, pero puede tener consecuencias negativas no deseadas. En este sentido es muy factible que dichas consecuencias puedan inclusive compensar o inclusive, sobrecompensar los beneficios que el cambio en la ley persigue. Desafortunadamente, la iniciativa en torno a la reforma para facilitar el flujo, intercambio y circulación de dólares en efectivo que acaban de aprobar en comisiones del Senado, no se originó de manera responsable. La iniciativa claramente denota falta de asesoría, desde los aspectos más básicos. En este sentido, considero que es importante entender: (1) La razón por la que existen las restricciones actuales; (2) los beneficios potenciales son muy cuestionables; y (3) las consecuencias de aprobarla pueden ser muy graves.
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