Carlos Ramírez - Indicador Político
Si la carta oficial del presidente de la república a la Suprema Corte de Justicia para solicitar la aprobación de una pregunta orientada a investigar delitos y penalizar de manera legal a cinco expresidentes de la república, la mafia de la toga decidió convertirse en un tribunal Robespierre de la Revolución Francesa para investigar “decisiones políticas” pasadas de “actores políticos”.
La Corte la tenía fácil: declarar la inconstitucionalidad de la pregunta presidencial o decretar su constitucionalidad y avalar el proceso. Al final de cuentas, el presidente López Obrador dejo muy claro que quería sólo cumplir su compromiso de campaña de juzgar a expresidentes a petición popular y que en la consulta él como jefe del Estado iba a votar que no se juzgaran.
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