Carlos M Urzúa - El Universal
Durante el primer año de este sexenio la política económica no sólo fue errática, sino que además fue, en más de una ocasión errónea a todas luces. Pero la pandemia actual hizo que se exacerbara de manera considerable este comportamiento errático. Tanto que pareciera que actualmente el gobierno está dando, al menos desde el mes de abril pasado, tan solo palos de ciego en materia económica.
Un ejemplo de lo anterior es la instrucción presidencial de extinguir el mayor número de los fideicomisos y fondos federales existentes. De los poco más de 300 que había a fines de 2018. La administración actual ya ha cerrado algunos; ha utilizado otros y ahora pretende que el Congreso apruebe la extinción de 109 más, lo cual daría una bolsa de 68 mil millones de pesos.
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