domingo, 18 de agosto de 2019

LA BELLEZA DE ACULTZINGO ENSORDECIDA POR EL SONIDO DE LA BALAS

  • “Se están viendo cosas que antes no pasaban, pero no es la gente de aquí, son los que pasan por la carretera y que vienen de los dos lados, la cosa es que nadie los controla”, lamenta don Ramón

Foto: René Corrales

Karla Cancino | Diario de Xalapa

ACULTZINGO, Ver.- “Acultzingo no es malo, lo que lo hace malo es la gente que viene de fuera”, asegura enfática María. A 32 kilómetros del municipio de Orizaba, en la cabecera municipal de Acultzingo, la vida se desarrolla de manera normal. Es un día en la escuela primaria Rafael Delgado y en cuanto suena la campana los niños despavoridos corren hacia el parque central.

Unos se tiran al suelo a jugar tazos, otros intentan convencer a su mamá de comprarles frituras de harina y otros más se alejan caminando para disfrutar de una tarde libre. Sólo los alumnos de sexto año se quedan unos minutos más juntos, intentando retrasar la inminente despedida.

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