Dider Saint-Georges - El País
La frustración de los inversores que no aciertan en sus previsiones sobre la evolución de la economía europea proviene de una doble dificultad. La primera es que la economía europea está muy orientada al exterior. Excluyendo el comercio intracomunitario, el intercambio de bienes entre la Unión Europea y el resto del mundo representa en torno al 15 % del comercio mundial de bienes, lo que convierte a la UE en la primera potencia comercial a escala internacional, pero también en una economía cuya salud guarda una estrecha correlación con la del resto del mundo. Aproximadamente el 20 % del PIB de la UE depende de sus exportaciones. Por tanto, resulta imposible prever adecuadamente la trayectoria futura del crecimiento europeo si solo se tiene en cuenta a Europa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario