- La cláusula de terminación automática del tratado y las reglas de origen más estrictas en el sector automotriz levantan discrepancias en las universidades y 'think tanks' más influyentes
Donald Trump propone revivir el empleo manufacturero estadounidense a costa darle la vuelta por completo al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), que regula los intercambios de Estados Unidos, México y Canadá desde hace casi un cuarto de siglo. Sin embargo, las propuestas de su Gobierno en la mesa de negociación —bajo la amenaza de liquidar el pacto firmado en 1994— fracasarían en su objetivo de regresar a unos EE UU manufactureros, debilitarían la posición estadounidense en el mapa global y empobrecerían a sus propios consumidores, según cuatro académicos consultados por EL PAÍS. Su rechazo interno es el as en la manga de mexicanos y canadienses; la mejor baza en una negociación que pasa por su momento más crítico. Estos son los tres escenarios posibles:
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