Raymundo Riva Palacio - El Financiero
Emilio Lozoya era más que un colaborador cercano del presidente Enrique Peña Nieto. En la campaña presidencial, junto con el embajador Jorge Montaño, fue el abridor de puertas con líderes del mundo, gobiernos y medios de comunicación. Tras la elección, Montaño fue desplazado y Lozoya pasó a ser el emisario de Peña Nieto en el mundo. Fluente en inglés y alemán, parecía encaminado a ser el próximo secretario de Relaciones Exteriores, pero cuando llegó el momento de las definiciones del gabinete, Peña Nieto le cumplió lo que le había pedido: la Dirección General de Pemex.
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