- La relación es estratégica con el país de donde proviene el 11% de la población y que es el segundo socio comercial americano
Estados Unidos y México están descubriendo que ya no son vecinos. Son hermanos. Ambos países no sólo comparten 3.142 kilómetros de frontera y una intensa actividad económica, sino que sus ciudadanos, mal que le pese a Donald Trump, están desarrollando una genética común. Más de 34 millones de personas de origen mexicano habitan al norte del río Bravo. Un 11% de la población de Estados Unidos. El encaje político de este fenómeno es uno de los grandes retos del próximo presidente de Estados Unidos.
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