- El diputado destituido Eduardo Cunha, verdugo de Dilma Rousseff, también se sentará en el banquillo de los acusados por el Caso Petrobras
Rodolfo Borges - Sao Paolo - El País
La Justicia brasileña tiene fama de lenta, pero con el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva funciona como un reloj suizo. Este miércoles, el exlíder sindicalista ha sido acusado por tercera vez.
El líder del Partido de los Trabajadores, que ya se enfrenta a dos procesos por presuntamente intentar obstruir las investigaciones del Caso Petrobras, en la Justicia de Brasilia, y por haber beneficiado a la constructora OAS, en la Justica de Paraná, ahora tendrá que defenderse de la acusación de haber participado en fraudes en el Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social (BNDES, Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social), también en la capital federal.
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