Dulce Olvera - Sin Embargo
La debilidad en el comercio mundial, la falta de infraestructura y la corrupción están apagando al sector automotriz, la única luz que le queda a México para no aterrizar vertiginosamente por un desplome en los ingresos petroleros, una futura desaceleración del consumo interno y una debilidad en la inversión. Los datos lo muestran. Los analistas lo afirman. El FMI ve un menor crecimiento para el país este año (un 2.1 por ciento) debido a la debilidad del sector exportador en la primera mitad de 2016. Si el mundo no ha salido de la crisis financiera de hace ocho años, ¿quién le compra a México los millones de vehículos que sigue produciendo? Estados Unidos, su principal destino, lo ha estado haciendo en menor cantidad de enero a agosto de este año.
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