Raymundo Riva Palacio - El Financiero
En otoño pasado, los comandos de élite de la Marina tuvieron en la mira de sus fusiles de asalto la cabeza de Joaquín El Chapo Guzmán o estuvieron en condiciones de capturarlo en la Sierra de Durango, con lo que habría terminado rápidamente la persecución a los pocos días de haberlo detectado en Tamazula. No lo hicieron por diferentes razones. Una fue que cuando sorprendieron a Guzmán en el primer escondite al que llegó en la sierra, dispararle habría causado daños colaterales, por lo que la orden de matarlo no se dio. La otra fue por la petición del gobierno de Estados Unidos de suspender la operación para atraparlo vivo o muerto, porque varias celebridades de Hollywood que habían estado con él, se encontraban aún en la zona de operaciones.
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