El escándalo Gowex obliga a preguntarse sobre la utilidad de las auditorías y los reguladores
La empresa tecnológica Gowex, dedicada a instalar wi-fi en ciudades e
instituciones, ha quebrado estrepitosamente tras una confesión pública
de su presidente, Jenaro García, en la que reconoce haber falseado las
cuentas de la compañía durante los últimos cuatro años. Gowex va de
cabeza al concurso de acreedores. Pero no es su desaparición, si se
produce, lo más perjudicial del escándalo, sino el daño catastrófico que
está produciendo en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), un lugar de
cotización pensado para buscar alternativas financieras a las pequeñas y
medianas empresas, ayunas de financiación bancaria, que queda
totalmente desprestigiado e inservible para sus funciones.
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