Algunos de los
magnates más poderosos de México, incluido Carlos Slim, volaron a España en
agosto pasado. Olegario Vázquez Raña fue el anfitrión de numerosas fortunas y
al cardenal Norberto Rivera le tocó dar misa. El investigador Elio Masferrer
señala que la difusión de ese encuentro del purpurado con tan connotados
monaguillos es el desafío de un sector del clero, que tiene amistad y negocios
con la élite empresarial, contra el mensaje evangélico del Papa Francisco. Pero
advierte que también pudieron mezclar los negocios con sus benditos placeres.
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