El apoyo de la Sagarpa y la Sedarpa no ha llegado, denuncian ganaderos. Foto: Alberto Delgado / Diario de Xalapa
Noé Zavaleta / Diario de Xalapa
Actopan, Veracruz.- Las cabezas de ganado siguen muriendo. En la zona costera que agrupa Palmas de Abajo, Tinajitas, Boca Andrea y El Viejón, entre otras, se sigue dibujando la estela de la muerte.
Clodomira, una vaca de 300 kilos de peso, "está echada" desde hace ocho días, no se ha levantado y se muestra indiferente a sus vecinas, cuyos huesos ya descansan en un tiradero a cielo abierto. Comió pollinaza, el alimento que hasta hoy ha costado 800 vidas de reses en la zona.
En el rancho que cuida don Pío ya se resignaron que en las próximas horas Clodomira tendrá que ir a parar a la "vacafosa". Sobre el cielo azul hay mucho movimiento; los buitres y zopilotes están de fiesta, hacen un círculo y se preparan para el próximo festín. En las últimas dos semanas han comido 800 reses en la región.
Un calor abrasante, superior a los 34 grados centígrados, circunda la región. En la zona aseguran que la pollinaza, compuesta a base de urea y plomo, ocasionó la contaminación de reses.
En la congregación Palmas de Abajo este viernes y sábado tiraron dos reses, cuatro en la semana, tan solo en un rancho; regidos bajo la máxima de que el infeliz busca a gente en mayor desgracia, señalan que en Tinajitas la mortandad se vive y se respira.
"La cosa está cabrona", relata Daniel, cuidador de un rancho ganadero en Palmas de Abajo, quien detalla que el vendedor de la pollinaza, el alimento con el que se surtían los ganaderos de la región, ha dejado de vender e incluso ya se encuentra en una situación de descrédito.
Sobre la franja costera de Actopan hay crisis, el apoyo de la Sagarpa y la Sedarpa no ha llegado, los ganaderos se enteraron de la restricción de la pollinaza por los medios.
Ganaderos y cuidadores de ganado relatan que las vacas ya se murieron, ya las enterraron para evitar un foco de infección, ahora el problema es lo que viene, pues ya nadie les compra leche ni tampoco les piden reses para los rastros de la región.
"Imagínate, si yo siento feo, el patrón está que se lo lleva la chingada", relata Pío.
Señalan que Tinajitas fue la más afectada, incluso un ganadero de esa congregación está deprimido, y sus vecinos cuentan que de las 18 reses que aglutinaba, todas fueron contaminadas por la pollinaza.
"La bronca del alimento creemos que fue la urea, pero en mayor medida el exceso de plomo que las vacas no alcanzaron a aguantar", relata Daniel.
Actopan, Veracruz.- Las cabezas de ganado siguen muriendo. En la zona costera que agrupa Palmas de Abajo, Tinajitas, Boca Andrea y El Viejón, entre otras, se sigue dibujando la estela de la muerte.
Clodomira, una vaca de 300 kilos de peso, "está echada" desde hace ocho días, no se ha levantado y se muestra indiferente a sus vecinas, cuyos huesos ya descansan en un tiradero a cielo abierto. Comió pollinaza, el alimento que hasta hoy ha costado 800 vidas de reses en la zona.
En el rancho que cuida don Pío ya se resignaron que en las próximas horas Clodomira tendrá que ir a parar a la "vacafosa". Sobre el cielo azul hay mucho movimiento; los buitres y zopilotes están de fiesta, hacen un círculo y se preparan para el próximo festín. En las últimas dos semanas han comido 800 reses en la región.
Un calor abrasante, superior a los 34 grados centígrados, circunda la región. En la zona aseguran que la pollinaza, compuesta a base de urea y plomo, ocasionó la contaminación de reses.
En la congregación Palmas de Abajo este viernes y sábado tiraron dos reses, cuatro en la semana, tan solo en un rancho; regidos bajo la máxima de que el infeliz busca a gente en mayor desgracia, señalan que en Tinajitas la mortandad se vive y se respira.
"La cosa está cabrona", relata Daniel, cuidador de un rancho ganadero en Palmas de Abajo, quien detalla que el vendedor de la pollinaza, el alimento con el que se surtían los ganaderos de la región, ha dejado de vender e incluso ya se encuentra en una situación de descrédito.
Sobre la franja costera de Actopan hay crisis, el apoyo de la Sagarpa y la Sedarpa no ha llegado, los ganaderos se enteraron de la restricción de la pollinaza por los medios.
Ganaderos y cuidadores de ganado relatan que las vacas ya se murieron, ya las enterraron para evitar un foco de infección, ahora el problema es lo que viene, pues ya nadie les compra leche ni tampoco les piden reses para los rastros de la región.
"Imagínate, si yo siento feo, el patrón está que se lo lleva la chingada", relata Pío.
Señalan que Tinajitas fue la más afectada, incluso un ganadero de esa congregación está deprimido, y sus vecinos cuentan que de las 18 reses que aglutinaba, todas fueron contaminadas por la pollinaza.
"La bronca del alimento creemos que fue la urea, pero en mayor medida el exceso de plomo que las vacas no alcanzaron a aguantar", relata Daniel.
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