miércoles, 11 de agosto de 2010

ECONOMÍA GLOBAL DEPENDE DEL MOVIMIENTO DEL YUAN

La revaluación de la moneda china beneficiaría al comercio mundial
Ricardo Jiménez / El Universal
La política monetaria aplicada por China solamente es una ilusión ante las fuertes presiones que ejercen los principales países desarrollados.
En días previos a la reunión del Grupo de los 20 (G-20), celebrada en Toronto, Canadá, el pasado 25 de junio, el Banco Central de China tomó la decisión de apreciar su moneda tras la exigencia de la comunidad internacional.
El gobierno de ese país asiático, anunció, bajo este escenario, la apreciación del yuan, aunque para sorpresa de los mercados de cambios solamente lo ajustó 1%, medida que evitó mayores presiones por parte del G-20, de acuerdo con especialistas financieros.
El director de análisis económico para América Latina de Moody’s Economy, Alfredo Coutiño, explicó que en los últimos 25 años los chinos basaron su expansión comercial en todo el mundo mediante una política de exportación de bienes y servicios, manteniendo un tipo de cambio competitivo.
Crecimiento generó desequilibrios
El experto dijo que este desarrollo contribuyó a que se generaran desequilibrios importantes en la economía global, sobre todo con Estados Unidos.
Mencionó que China tiene como su principal mercado a Estados Unidos, cuyos excedentes son utilizados para comprar deuda gubernamental. Sin embargo, mantener un tipo de cambio barato genera un fuerte desequilibrio en los distintos países del mundo, detalló.
El especialista explicó que este superávit comercial no puede ser sostenible a largo plazo, de tal manera que ahora los excedentes deben ser absorbidos a través del consumo privado.
En ese sentido, una manera de hacerlo es revaluar su moneda, y que a los chinos les resulte más atractivo y mucho más barato consumir bienes importados, lo cual permitiría corregir los desequilibrios de la economía mundial.
El banco central de ese país asiático tiene voluntad de permitir una mayor flexibilidad de su moneda. Sin embargo, ha manifestado públicamente que no va ser un movimiento brusco, sino más bien gradual, sin especificar cuánto tiempo le llevará, comentó Coutiño.
El director de análisis económico de Moody’s Economy destacó los hechos ocurridos la última reunión del Grupo de los 20, en la cual hubo un alto contenido político, y cuyo debate se centró en presionar más a China para que existiera una mayor flexibilidad, dado que se avecinaba la reunión del G-20.
“Días antes, China se adelantó a la reunión del G-20 para desactivar las presiones. El anuncio de ese gobierno lo hizo a través del banco central, que comentó que estaba dispuesto a empezar la flexibilización de la paridad cambiaria, pero de forma gradual”, destacó.
La flexibilización de la moneda china beneficiará a todo el mundo en diferentes grados, porque China mantiene relaciones comerciales con prácticamente todo el mundo, dijo.
El hecho de que el yuan pierda competitividad con el resto de las monedas implica una ganancia de las exportaciones del resto del mundo, añadió.
En ese sentido, la flexibilización del yuan beneficiará al resto del mundo, ahora que las ganancias de un país en particular dependen de la cantidad de comercio que tengan con China.
El presidente de estudios económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Jonathan Heath, comentó que la revaluación que registró la moneda china en las últimas semanas, realmente fue pequeña y simbólica, por lo que “conociendo a los chinos, seguirán manejando un política monetaria exageradamente conservadora”.
El especialista financiero reiteró que a los chinos no les gusta hacer mucho movimiento de su moneda, pues la apreciación realizada en días anteriores apenas resultó de 1%.
El experto dijo que seguramente la intención de China es revaluar su moneda de forma gradual, y después esperar un tiempo para saber cuál es el impacto en la economía global.
Jonathan Heath manifestó que el haber considerado una mayor revaluacióndel yuan, China estaría respondiendo a las presiones de Estados Unidos, y esa sería la razón principal de los movimientos marginales a la moneda.
El presidente de estudios económicos del IMEF mencionó que esta apreciación es limitada, por ello en los siguientes meses no se esperaría una revaluación más intensa del yuan, debido a que los chinos no están dispuestos hacerlo, pensando en que es lo único que pueden ceder de una manera u otra, proveniendo de Estados Unidos.
“Es posible que muchas veces los movimientos en los tipos de cambio tienen diferentes impactos; uno de ellos es sobre la economía real, especialmente en las exportaciones e importaciones. En relación a las exportaciones, serían ligeramente más caras y un poco más baratas las importaciones”, dijo.
El segundo impacto sería sobre las expectativas o el sicológico; cuando se ve el mercado, los chinos finalmente están accediendo a una revaluación, eso puede tener repercusiones sobre el nivel del dólar, euro o en las principales divisas, donde también existe un reacomodo de todas las monedas del mundo.
Mencionó que los chinos se encuentran apenas en vías de desarrollo, por lo que es importante para ellos tener una moneda relativamente barata, precisamente para crear las exportaciones necesarias y con ello generar todos lo flujos de capitales que requieren.
Futuro incierto
Se desconoce cuándo la moneda china sería puesta a libre flotación, quizá cuando la economía de la nación asiática deje de ser un mercado emergente y se incorpore al desarrollado, manifestó Heath.
“Hay que recordar que la economía de China históricamente siempre ha sido planificada; bajo ese escenario, los chinos no van a optar por una política cambiaria flexible o de libre flotación en el corto plazo”, afirmó el experto.
El riesgo o la presión principal es que la política de Estados Unidos es que ellos certifican a las naciones para que no estén manipulando el tipo de cambio, y es ahí donde se ejerce la mayor presión, porque muchos quieren que Estados Unidos certifique a China si está manipulando el tipo de cambio del yuan.
Sin embargo, a Estados Unidos no le conviene quitar la certificación a China, porque al final de cuentas podría terminar perjudicándose mucho más a sí mismo, y si eso sucediera China dejaría de financiar a los estadounidenses.
La apreciación del yuan va a depender mucho de la evolución de la economía China, y también obviamente de la comparación de inflación entre China y los Estados Unidos, dijo.
“Es posible que no cambiará mucho esta relación como para que por ese lado se ejerza alguna presión”, destacó.
Los factores económicos no serán determinantes para que China decida apreciar el yuan, más bien serían eventos políticos los que van a ejercer presiones, personalmente se vería una apreciación de 1% cada año o 2% en los siguientes dos años, si bien nos va, dijo Heath.
La directora de análisis económico de Base Casa de Bolsa, Gabriela Seller, comentó que el tipo de cambio del yuan se mantuvo fijo por un periodo extendido de tiempo, y antes de la reunión del Grupo de los 20, el Banco Central de China lo iba a flexibilizar.
La especialista de temas financieros dijo que la autoridad monetaria decidió solamente apreciarlo 1%, cuando el mercado esperaba por lo menos 5%, lo que refleja que la medida más bien fue política que económica.
La experta destacó que el mercado financiero esperaba una flexibilización de la moneda china, es decir, que se dejara el yuan al libre mercado, por lo que la apreciación fue limitada.
“La perspectiva de una apreciación del yuan beneficia en términos generales al comercio mexicano a través de una mayor promoción de las exportaciones. Sin embargo, si vemos qué tanto se apreciará, el efecto prácticamente será nulo”, dijo Gabriela Seller.
Dijo que si el banco central chino hubiera llegado a flexibilizar más el yuan, pudo perjudicar a su industria exportadora, pero hasta hoy no hay daño

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