- El avance en la lucha contra la inflación en la región es innegable, se ha reducido a menos de la mitad de sus puntos máximos en varios países emergentes
Gerardo Esquivel - El País
Los bancos centrales de todo el mundo tuvieron que reaccionar de manera oportuna para hacer frente a las complejas circunstancias económicas mundiales por las que hemos atravesado desde 2020. En una primera instancia, con la llegada de la pandemia, los bancos centrales procedieron a reducir en forma significativa sus tasas de interés en previsión de una importante contracción de la demanda agregada explicada por el confinamiento. Posteriormente, y acompañando al proceso de reapertura económica, los bancos centrales comenzaron un proceso de normalización de sus posturas monetarias. Este proceso, sin embargo, se tuvo que ajustar rápidamente al alza para poder hacer frente al brote inflacionario provocado por los cuellos de botella en las cadenas globales de producción y por la invasión de Rusia a Ucrania, lo cual afectó en forma importante a los precios de energéticos y alimentos. Esta situación inflacionaria mundial, en buena medida inesperada, se tradujo en un ajuste importante en las posturas monetarias de los bancos centrales, los que tuvieron que transitar rápidamente de posturas monetarias acomodaticias a posturas restrictivas en un periodo relativamente corto.

No hay comentarios:
Publicar un comentario