- El flujo de bienes de la UE hacia el gigante asiático sumó 230.000 millones en 2022
- El debilitamiento de Pekín podría repercutir al comercio y la política económica del país
Lidia Montes - Bruselas - elEconomista.es
Dicen que si China estornuda, el mundo se resfría. Si había dudas, la pandemia dejó constancia de ello. Como si de un efecto mariposa se tratara, lo que sucede en la segunda economía del mundo, tiene repercusiones globales. Y para terminar de confirmarlo, la actual desaceleración de la economía de Pekín se evidenciará más allá del comercio, advierte el Fondo Monetario Internacional. Afectará al crecimiento mundial, a las empresas que operan en el país. Para la Unión Europea, pone en juego los 230.000 millones de euros, casi el 10% de exportaciones anuales del bloque. Pero con el tiempo, la UE podría tener más que perder.
La raíz de tal ralentización apunta a una recuperación de la pandemia más lenta de lo previsto. El Producto Interior Bruto (PIB) del país asiático creció tan solo un 0,8% en el segundo trimestre del año en términos interanuales. La última mitad de año refleja una desaceleración. Y deja lejos las cifras del país que en los últimos veinte años ha registrado el mayor crecimiento del mundo. El mismo que triplicó el tamaño de su economía entre 2008 y 2022.

No hay comentarios:
Publicar un comentario