Carlos Ramírez - Indicador Político
Como cada inicio de año, la definición de la agenda por desarrollar ayuda un poco a acomodar las piezas del escenario gubernamental. El gran tema que hará girar a su alrededor todos los asuntos pendientes será la gestión del proceso de sucesión presidencial por el cual el presidente de la república definirá al candidato de Morena, sólo que ahora con el agregado de que el candidato escogido gane la presidencia y las mayorías absolutas en las dos cámaras federales.
Como ha ocurrido desde la institucionalización de la sucesión presidencial desde 1884, el presidente saliente de la república se moverá dentro de tres vértices de la continuidad: la personal, la de grupo y la de proyecto. Como no hay modelo político ideal e inamovible, una de las leyes naturales del sistema/régimen/estado priísta que ha funcionado como estructura de poder aún antes de haber fundado el PRI establece que el poder presidencial es intransferible, único y temporal, aún en circunstancias de sucesiones tersas y amigables.
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