Rolando Cordera - El Financiero
Si tomamos en serio las acusaciones del líder republicano en el Senado de los Estados Unidos, Mitch McConnell, estamos todavía por ver cosas serias en la política de ese país. Ninguna de las que podamos avistar será inocua para México y los planes de transformación que ha ofrecido sin descanso su presidente Andrés Manuel López Obrador.
Qué tan grave va a ser para el sistema político estadounidense el ajuste de cuentas al que se acercan las cúpulas de ambos partidos gobernantes no lo sabemos, pero podemos intuirlo. Tan solo el cambio de personal directivo que ha anunciado el presidente Biden señala un intento de los demócratas por volver a la política profesional y dar cauce a las promesas de reforma social que tanto reclaman las huestes progresistas que confluyeron en las falanges que llevaron al demócrata al triunfo.
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