Salvador García Soto - El Universal
Cuando la camioneta suburban blindada en la que viajaba —como todas las mañanas rumbo al Palacio del Ayuntamiento— comenzó a ser tiroteada por una lluvia de balas de alto calibre en pleno Paseo de la Reforma, Omar García Harfuch le gritó a su guardia y chofer que metiera reversa para tratar de escapar del brutal ataque de los sicarios. El conductor intentó la maniobra, pero para ese momento, en menos de 1 minuto, los disparos eran tan intensos que habían dañado la transmisión del vehículo y la reversa no entró; en ese momento el secretario de Seguridad, que iba en el asiento delantero del copiloto, saltó hacia la parte trasera y en un instinto de supervivencia se acurrucó en el piso tratando de salvar la vida, mientras el guardia que conducía se puso en medio de la camioneta para cubrir de las balas a su jefe.
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