Enrique Quintana - El Financiero
Le informaron mal a López Obrador. Le dijeron que los empleados de confianza eran unos cuantos, muy bien pagados, recomendados, vividores y ociosos.
En contraste, los empleados de base, sindicalizados, eran los que hacían funcionar al gobierno.
Por lo mismo, los primeros eran sacrificables y los segundos intocables.
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