Matthew Lynn -elEconomista.es
Podría pasarse a valores blue chip, poner todo el dinero posible en inmobiliaria y convertir el efectivo en francos suizos y lingotes de oro. Son los destinos para su dinero más alejados de las Bitcoin, Litecoin, Ethereum y demás criptomonedas que están subiendo como la espuma.
Pero hay un problema: cuando llegue la crisis (y ya parece inevitable), no le protegerá del todo contra los daños. Los inversores pueden tomar decisiones inteligentes, como desligarse de las finanzas e incrementar el capital tecnológico sobrevalorado, pero la historia nos enseña una lección incómoda: las burbujas, cuando estallan, afectan a todos y esta no va a ser distinta.
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