¿Se estará agotando la capacidad del capitalismo para impulsar cambios tecnológicos? Mucha gente pensará que esto es absurdo. Los ejemplos de Netflix y Spotify, o Amazon y Google, pueden venir a colación. Pero esas innovaciones están ligadas al entretenimiento y la diversión, no a la productividad, el crecimiento y el empleo. Sus efectos multiplicadores en la economía son menores. Quizás por eso en el lenguaje del mundo financiero las acciones de las empresas FANGS (Facebook, Amazon, Netflix, Google y Spotify) son las primeras en venderse cuando comienzan los movimientos telúricos en el mercado bursátil.
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