Samuel García / 24 Horas
Cualquier reforma energética que no cambie a fondo a Pemex habrá sido una burda simulación.
Eso ocurrió en 2008 cuando el gobierno y los partidos en el Congreso
aprobaron diversas modificaciones a la Ley Reglamentaria del Artículo 27
Constitucional y a la Ley de Pemex, entre otras. Si bien hubo algunos
avances que otorgaron a la petrolera estatal mayores grados de autonomía
en su organización, en sus decisiones y en su manejo presupuestal
respecto a lo que se tenía -que era casi nada-, muchos de estos cambios
no sólo fueron insuficientes, sino incluso se consideraron retrocesos en
el intento de hacer de Pemex una empresa competitiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario