MÉXICO, D.F. (apro).-
Está en ciernes una guerra del futbol. No como la desatada entre Honduras y El Salvador.
Tampoco una batalla de muertos como la heredada del sexenio de Calderón. Es una
guerra por la propiedad de los equipos, la venta de los derechos de transmisión
de los partidos y la distribución de los mismos. Es la otra cara de la misma
guerra que desde 2011 se desató entre Televisa y su aliado TV Azteca en contra
del magnate Carlos Slim.
No hay comentarios:
Publicar un comentario