Raymundo Riva Palacio / Eje Central
En la
descomposición sociopolítica de la agonía de un sexenio, Sonora alza la
mano. El estado, importante no sólo por tamaño, su larga frontera con
Arizona y su riqueza, es relevante porque su gobernador Guillermo
Padrés, se apuntó en la primera lista para la nominación presidencial
del PAN para 2018. Parece prematuro, pero hoy nada está fuera de tiempo
porque todo, en realidad, carece de tiempos. Padrés se siente con
méritos, que algunos ensalzan al considerarlo uno de los mejores
operadores político-electorales del PAN. Su paradoja es que el mal
gobierno de Padrés tiene a Sonora en un incendio que comenzó con el
agua.
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