MARÍA DE LAS HERAS / EL PAÍS
En el pleito de película que se traen los gigantes de las comunicaciones en México, las últimas noticias son los dos golpes que el Gobierno del presidente Felipe Calderón asestó en una semana a uno de los contendientes, el ingeniero Carlos Slim, considerado el hombre más rico del mundo. El primero: la Secretaría de Comunicaciones y Transportes negó a Telmex la modificación del título de concesión para permitirle ofrecer servicios de televisión de pago; después la Comisión Federal de Competencia le impuso una multa de casi 92 millones de pesos (5,4 millones de euros) por haberse negado a prestar interconexión a una empresa rival. Estas decisiones se suman a la impresionante multa de casi 12.000 millones de pesos (709 millones de euros) que hace apenas un mes la comisión antimonopolios impuso a la empresa de telefonía móvil América Móvil (Telcel), también de Slim.
La encuesta de esta semana la dedicamos a medir lo que opinan los públicos ante esta guerra de titanes, enfocándonos en el sentido de si los mexicanos estaríamos a favor o no de contar con la oferta de televisión restringida que podría proporcionar Slim. Los resultados son contundentes: para empezar, seis de cada diez consideran que en este momento la oferta de televisión de pago está muy restringida y, por lo tanto, casi no tenemos dónde elegir en el momento de contratar, con los consabidos abusos de tarifas y mal servicio que ese tipo de restricciones conllevan.
Asentado lo anterior, el 53% opina que solamente con un competidor del tamaño del señor Slim se podrá romper el duopolio que tienen sobre la oferta televisiva Televisa y TV Azteca. El mismo porcentaje no encuentra ningún peligro en que, además de contar con Telmex y Telcel, el multimillonario incursionara en el mundo de la televisión de pago; por el contrario, la mayoría considera que tomando en cuenta cómo hace sus negocios el señor Slim, seguramente el servicio que proporcionaría sería mejor que aquel con el que hoy contamos.
Seis de cada diez mexicanos quieren a Slim en el mundo de la televisión, pero para el 55%, el presidente Calderón ya tomó partido en favor de Televisa y TV Azteca y, por ende, en contra de Slim. Mala señal envía el mandatario a un público en el que 67% asegura tener buena o muy buena opinión del empresario multimillonario.
En el pleito de película que se traen los gigantes de las comunicaciones en México, las últimas noticias son los dos golpes que el Gobierno del presidente Felipe Calderón asestó en una semana a uno de los contendientes, el ingeniero Carlos Slim, considerado el hombre más rico del mundo. El primero: la Secretaría de Comunicaciones y Transportes negó a Telmex la modificación del título de concesión para permitirle ofrecer servicios de televisión de pago; después la Comisión Federal de Competencia le impuso una multa de casi 92 millones de pesos (5,4 millones de euros) por haberse negado a prestar interconexión a una empresa rival. Estas decisiones se suman a la impresionante multa de casi 12.000 millones de pesos (709 millones de euros) que hace apenas un mes la comisión antimonopolios impuso a la empresa de telefonía móvil América Móvil (Telcel), también de Slim.
La encuesta de esta semana la dedicamos a medir lo que opinan los públicos ante esta guerra de titanes, enfocándonos en el sentido de si los mexicanos estaríamos a favor o no de contar con la oferta de televisión restringida que podría proporcionar Slim. Los resultados son contundentes: para empezar, seis de cada diez consideran que en este momento la oferta de televisión de pago está muy restringida y, por lo tanto, casi no tenemos dónde elegir en el momento de contratar, con los consabidos abusos de tarifas y mal servicio que ese tipo de restricciones conllevan.
Asentado lo anterior, el 53% opina que solamente con un competidor del tamaño del señor Slim se podrá romper el duopolio que tienen sobre la oferta televisiva Televisa y TV Azteca. El mismo porcentaje no encuentra ningún peligro en que, además de contar con Telmex y Telcel, el multimillonario incursionara en el mundo de la televisión de pago; por el contrario, la mayoría considera que tomando en cuenta cómo hace sus negocios el señor Slim, seguramente el servicio que proporcionaría sería mejor que aquel con el que hoy contamos.
Seis de cada diez mexicanos quieren a Slim en el mundo de la televisión, pero para el 55%, el presidente Calderón ya tomó partido en favor de Televisa y TV Azteca y, por ende, en contra de Slim. Mala señal envía el mandatario a un público en el que 67% asegura tener buena o muy buena opinión del empresario multimillonario.
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